Inspirados en métodos ancestrales de la Edad Media y, en particular, en remedios tradicionales de Santa Hildegarda de Bingen o en la famosa leyenda del vinagre de los cuatro ladrones del siglo XVII, nuestros elixires de plantas se elaboran de forma tradicional y auténtica en el corazón de Auvernia.
Nuestra producción artesanal nos permite respetar las plantas utilizando métodos de maceración suaves y largos (varios meses de maceración), lo que permite extraer el máximo de ingredientes activos sin alterarlos.
Los grandes elixires
Historia y maceración
Hildegarda de Bingen (1098-1179), una monja visionaria, preparaba las plantas en vino en un largo proceso de maceración para extraer el mayor número posible de ingredientes activos. Añadía especias, plantas aromáticas y miel para estabilizar el preparado y evitar que se estropeara rápidamente.
Desde entonces, son muchos los estudios que han demostrado que la maceración hidroalcohólica permite la máxima extracción de ingredientes activos de las plantas.


Fabricación tradicional
Por eso, en las recetas de nuestros elixires hemos seguido los métodos ancestrales de fabricación: maceración larga y suave en barriles y uso de una prensa tradicional. También hemos reunido todos los beneficios de la naturaleza:
- Los principios activos de los extractos de plantas que actúan rápidamente en el organismo.
- Las flores de Bach ecológicas que ayudan a reequilibrar los trastornos emocionales y los bloqueos profundos.
- Las esencias espagíricas, que armonizan las energías vitales a nivel físico, psíquico y mental.
- La miel, que favorece la difusión de los principios activos de las plantas.
Durante los largos meses de maceración en barriles, André y Olivier, nuestros dos especialistas, cuidan cada uno de estos preciosos elixires antes de depositarlos delicadamente en la prensa tradicional para extraer todos los principios activos de las plantas hasta la última gota sin alterarlos.
Es en el corazón de Auvernia donde Biofloral perpetúa, desde su creación en 1999, la fabricación autéentica de estos vinos medicinales (o elixires) con plantas ecológicas para aportarte todos los beneficios de la naturaleza.
Elixir sueco
Los orígenes del elixir sueco probablemente se remontan a Babilonia y Egipto bajo el nombre de elixir de larga vida. La historia cuenta incluso que, durante la antigüedad, la teriaca, un preparado de 43 plantas, se usaba como antídoto.
La receta ha sobrevivido a través de los tiempos y fue actualizada por el alquimista Paracelso en el siglo XVI. Fue entonces cuando Jonathan Samst, un médico del siglo XIX, creó la receta del elixir sueco para que el rey de Suecia y su guardia nunca se cansaran.

Finalmente, fue Maria Treben, una famosa fitoterapeuta austriaca salvada por este macerado de hierbas sueco quien, en los años 70, reveló la receta completa de este elixir milagroso al público general gracias a su obra "La salud a través de la farmacia de Dios" (1980), donde describe en 46 puntos cómo tratarse con esta bebida. Ella, a su vez, quería ayudar a salvar otras vidas.
Con certificado ecológico, según la fórmula original de Maria Treben, el elixir sueco es un macerado de 59 plantas ecológicas, entre ellas la teriaca de Venecia, que contribuye al correcto funcionamiento de los órganos y estimula la acción digestiva y depurativa.

El vinagre de los cuatro ladrones
Fue en 1628 en Toulouse durante la epidemia de la Peste Negra, una de las más mortíferas, cuando nació la leyenda del vinagre de los cuatro ladrones. En aquella época, un grupo de bandidos saqueaba las casas y atracaba a las víctimas sin contagiarse nunca.
Atrapados en el acto e interrogados sobre el secreto de su resistencia, revelaron su receta para escapar de una dura sentencia: ¡bebían y se frotaban el cuerpo, las manos y la cara a diario con una poción que los mantenía a salvo del contagio! Su remedio secreto: ¡un sencillo macerado de plantas y especias en vinagre!
Así, la valiosa receta del vinagre de los cuatro ladrones se reveló al público general y se registró en la farmacopea en 1748.
Biofloral conserva la famosa receta ancestral del vinagre de los cuatro ladrones: compuesto de vinagre de sidra con propiedades purificadoras y una mezcla de plantas y especias ecológicas, menta, romero, salvia, tomillo, ajo, etc.
A través de los tiempos, el vinagre de los cuatro ladrones contribuye aún hoy en día a reforzar las defensas naturales y a luchar contra los microorganismos nocivos.